Crítica de la película colombiana:
Un Varón (opera prima de Fabián Hernández) que se alzó con el premio del Jurado de la Crítica Internacional.
Estoy convencida que un director de cine, cuanto mas sincero sea al contar una historia y conozca el universo que desea plasmar, da como resultado una película como Un varón, que narra la vida de Carlos, un adolescente que vive en un barrio periférico de Bogota, internado en un centro para adolescentes, desea pasar la navidad con su madre, que se encuentra en la cárcel y su hermana que es una trabajadora sexual, él no busca la calle sino el anhelo de una familia.
La opera prima de Fabian Hernandez, conoce el universo que quiere contar, Carlos representa las nuevas masculinades frágiles de esta generación, pero al pertenecer a un mundo tan decadente y bizarro, el peso de esa sociedad patriarcal de calles delicuenciales, lo obligan a comportarse como un varón, es que la vida de un adolescente callejero tiene que ser ruda, eso es lo que le han enseñado.
El lucha en la intimidad, redescubre su sensibilidad, su fragilidad, explora su identidad sexual, desnuda sus miedos, sus deseos, todo lo que no se le permite explorar a los machos.
El resultado final de Hernandez es la paciencia en su composición estética, logra ingresar en la intimidad de los personajes, con un profundo respeto con la gente y el barrio, sin caer en el miserabilismo.
La importancia de saber poner la cámara con una calma constante, convierten a Un Varón, en una potente narrativa de la observación.
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